EL MITIN
Sumido en
paraíso de vinilo
el orador
sobre el atril se inclina.
Se yergue,
carraspea, voz afina,
simula estar
seguro y muy tranquilo.
¡Vaya
presencia, chico, vaya estilo!
Ya la
emoción le embarga, le domina…
Se anima, se
calienta, ya imagina:
“A las masas seguro que encandilo”
El auditorio
agita las banderas
Que le
facilitaron a la entrada
y al líder
amenaza un patatús
entre
demostraciones tan sinceras.
Se pregunta
la plebe reclutada:
¿A qué hora partirá nuestro autobús?
LA ENCUESTA
¡Sube
Lupiáñez, baja Perandones!
Pues Morcón
ha ganado medio entero…
Y Rudesindez
se desploma, pero
no en voto
decidido, en intenciones.
Dogma Dos
vaticina fluctuaciones
y dice
Coproscopia que Rastrero
ganará, si
renueva su ropero…
Mas Moñuelo
da buenas sensaciones.
Gran
conflicto, compleja paradoja,
porque
Múrguez da el salto de la rana
pero Arzán
canta jotas en inglés.
Pues, si
seguimos en la cuerda floja,
me voy de
vacaciones a La Habana
porque me
está matando tanto estrés.
EL CANDIDATO
¿Le pongo un
poco más de brillantina?
No te pases,
que queda recargado.
¿Lo coloco
de frente, o de costado?
¡Esa corbata
fuera, no combina!
En el mitin
dirá cualquier pamplina
y todo
nuestro esfuerzo, derrochado.
Si empieza a
farfullar, la hemos cagado…
¡Qué
desastre, qué espanto, vaya ruina!
No se puede
arreglar, no da la imagen
Qué
aburrimiento, chica, vaya tedio…
Tú ni caso,
chaval, pasa la cuenta
y en la
encuesta que suban o que bajen,
Este sujeto
no tiene remedio.
¿Sabes por qué partido se presenta?