miércoles, 17 de diciembre de 2008

APÚNTESE UNA, DOÑA ROSA



Doña Rosa Díez ya se ha colocado en el lugar que le corresponde: alineada con todo el más rancio carquerío pepero y en el mismo discurso que este sublime sanedrín sostiene.
Hay que perseguir a garrotazos a todos los concejales de ANV, a sus infames cómplices del PNV y a todo bicho viviente tocado con txapela, o así.
Esta buena señora sabe de sobra que sólo una reforma legal importante permitiría disolver un ayuntamiento, sea éste del color que sea, salvo casos muy extremos contemplados en las normas vigentes.
Pero eso a ella le da lo mismo, porque lleva toda la legislatura tirando con pólvora del rey, como suele decirse. Lo único que sabe hacer es armar ruido, cuanto más ruido mejor. Dicho en términos más zafios y castizos: “peer en botija, para que retumbe”.
Doña Rosa es un evidente epifenómeno (Fenómeno accesorio que acompaña al fenómeno principal y que no tiene influencia sobre él, a decir de la Real Academia). Ahora, montada a la grupa de la crisis, parece haber cobrado algún relieve mediático, pero no creo que deba hacerse muchas ilusiones sobre su futuro político y sobre el de su partido pantalla.
Los que quieran nacionalismo ibérico cerril tienen más que de sobra con el PP, y ella no tiene más que decir, porque en términos políticos tampoco parece que vaya a inventar un socialismo guay y diferente. Sobre todo, porque doña Rosa no es socialista.
¿A que se nota que no me cae nada bien?

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Como puede usted hablar asi de una retrograda de pro?Como me alegro que el maximo beneficiado de la salida de este especimen del PSOE sea el propio PSOE.