domingo, 2 de agosto de 2009

MI-MA-MÁ-ME-MI-MA



Conmovedora es la solicitud con que los poderes públicos se ocupan de nuestra salud (de vez en cuando les da por ahí).
El último ataque de maternal cuidado le ha correspondido a la Ministra Jiménez, que piensa quitarnos de fumar a todos manu militari. En eso coincide con el ejército de los Estados Unidos de América, que se está planteando prohibir el tabaco a todos sus soldados en cualquier circunstancia. Así pues, los tipos encargados de arrasar con misiles pueblos y ciudades preservarán su propia salud pulmonar, en tanto que acaban por las bravas y definitivamente con la salud de militares y civiles afectados por daños directos o colaterales.
Estas reflexiones me acompañaban esta mañana (7 a.m.), cuando he sacado a pasear al perro Chispo por mi barrio. Las lágrimas de gratitud ante las preocupaciones ministeriales por la pública salubridad pugnaban por saltar a mis ojos, en tanto sorteaba las toneladas de basura que cubren aceras y calzada en toda la extensión de Lavapiés. La fetidez ambiente combinaba a la perfección con la atmósfera de la ciudad, cargada habitualmente de las más caprichosas y variadas combinaciones de dióxidos y otros saludables residuos gaseosos, procedentes de automóviles, aires acondicionados y regalos de la industria periférica.
Pensé encender un pitillo para amenizar el caprichoso recorrido del animalito, pero me arrepentí al momento y me limité a recoger la caca de Chispo muy pulcramente con una bolsita ad hoc. Noté que se me estaba poniendo cara de gilipollas, mientras buscaba una papelera que no estuviera rebosante, con el objeto de depositar las deyecciones caninas.

2 comentarios:

Santiago Trancón Pérez dijo...

No se puede decir más con menos. Nada mejor para minimizar el mal que convertir en peligrosa amenaza los pequeños vicios privados. Cuaquier día nos prohiben respirar para evitar la gripe A, que ya es la Z de las colosales exageraciones inventadas para no hablar del verdadero virus universal: en engaño que sostiene la aldea global.

Santiago Trancón

Alejandra dijo...

Menudas vacaciones se pega por aquí la gente... ;)