sábado, 1 de mayo de 2010

CANDIDATOS PC



Los candidatos PC a los que me refiero no son candidatos del Partido Comunista, subsumido hoy en el galimatías de Izquierda Unida. Yo me refiero a candidatos por cojones, y permítanme la licencia; es que hoy me he levantado algo grosero.
Y mira que se lo han dicho por activa y por pasiva: “mira, Manolo, que te vas a pegar el gran batacazo”; “mira, Pepita, que ya sabes lo que sucedió la otra vez”… Nada, ni por ésas.
Estos seres tan peculiares rompieron años ha el mágico espejito de la madrastra de Blancanieves. ¿Recuerdan? “Espejito mágico: ¿hay en el mundo una mujer más bella que yo?...” El espejito era un aguafiestas que no tenía miramiento alguno con su propietaria, y respondía: “Blancanieves, abuela, Blancanieves”. O bien: “¡Blancanieves, mariconazo!”.
A los candidatos PC les importa una higa la voz de la calle; se la sudan las encuestas; ignoran las advertencias de amigos, parientes y bienhechores. Están convencidos de que los gnomos, las hadas, los elfos y demás criaturas fantásticas obrarán un milagro de última hora y un halo resplandeciente orlará repentinamente sus cabezas de asno y serán milagrosamente izados al “sillón de sus entretelas”, que dijo Forges en su día.
Y, si no, oye, no pasa nada: “Después de mi, el Diluvio”, y siempre habrá a quien cargarle el mochuelo del fracaso electoral.
Estas criaturitas son otro de los productos de la fórmula partitocrática que disfrutamos. Los famosos equilibrios internos de las formaciones políticas obligan a casi todo: desde brindar soporte a evidentes indeseables corruptos, hasta acompañar amorosamente a un candidato PC en su rauda carrera hacia el abismo.
Nuestros políticos profesionales se ven a sí mismos lindísimos, casi perfectos, el no va más del glamour y la simpatía. Eso yo creo que sucede porque cada vez asoman menos las narices a la puñetera calle, que, al parecer, cada vez se fía menos de ellos. Bueno, algo tendrá el agua, cuando la bendicen.
En los diversos medios geográficos que frecuento o habito veo florecer toda una rica y variada fronda de candidatos PC. ¡Qué aburrimiento!
(En la foto, una bonita silla Luis XV. A ese monarca se atribuye la frasecita "après moi, le Déluge)

1 comentario:

Alejandra dijo...

La referencia al glamour me ha dolido por razones obvias. ¿Está don Guillermo defendiendo las listas abiertas?