sábado, 27 de noviembre de 2010

EL MISTERIO DE LOS MERCADOS



Lo único que tengo claro sobre esos mercados es que son bastante peligrosos e hijosdeputa, porque la prensa se pasa la vida diciendo que “hay que tranquilizarlos”, “no hay que alarmarlos” y cosas por el estilo. Yo me los imagino como una especie de dragones o hidras, que, en cuanto se les irrita lo más mínimo, la toman a coces y dentelladas con el personal. Luego no deben de ser una buena cosa, digo yo.
Por otra parte, está lo de su impersonalidad o anonimato. Parece ser que son entes de condición telúrica y que detrás de ellos no hay nadie, que funcionan como una especie de sunamis o ciclones de acuerdo con las caprichosas y temibles leyes de una naturaleza desconocida. No parece que haya detrás una panda de mamonazos dedicada a ponerse las botas a cuenta del respetable.
Sin embargo esos tiparracos, los mercados, nunca la toman con los bancos, ni con la gente forradísima, sino que se muestran malévolamente selectivos y la emprenden contra los currantes, los jubilados y gentecilla por el estilo. En ese sentido más parecen mercados de esclavos que, por ejemplo, mercados de verdura o de pescado. Estos últimos son bastante más inofensivos y menos abusones; en tanto que los mercados de esclavos son una putada de gran calibre.
Los mercados son tan indómitos, que no hay gobierno que logre aplacarlos. Más bien los gobiernos parecen claramente acogotados bajo las garras de estos seres prodigiosos y a todas luces malignos.
Menester sería que los clérigos de las diversas religiones, que antes montaban rogativas para pedir la lluvia, o para evitar el pedrisco, pusieran manos a la obra y organizasen actos expiatorios para conjurar a los mercados. A lo mejor funcionaba, oye.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Rogativas?
Pues ya se va viendo que era lo que se ventilaba en realidad con tanto viaje del Papa y tanto encabronamiento con el gobierno, con tantas manis y callejeos. La santa madre iglesia pedia pasta y mas pasta. ¡A saber cuanta ha invertido y trocada en el milagro de los panes y los peces a la inversa.
El gobierno transigio con los viajes de su eminencia, curiosamente cortitos, pero los tonsurados esperaban que fueran multitudinarios, vamos como una manifa mas para hacer presion.

Aqui va un ejemplo de administracion de caudales con la prudencia de un buen padre de familia.

http://www.elpais.com/articulo/economia/Banco/Espana/imputa/faltas/graves/consejeros/Cajasur/elpepueco/20101127elpepieco_11/Tes