domingo, 14 de enero de 2007

TULIO OSVALDO SCIOPPERO
Y SU
“MORFOLOGÍA DE LA ESCÉNICA ERRÁTICA”

Ya son bastante conocidos los métodos de epibiótica actoral planteados por Tulio Osvaldo Scioppero hacia la década de los 90 del pasado siglo en su “Biolaboratorio del actuante” y esparcidos por todo el ámbito del aprendizaje escénico de América Latina y Europa por sus discípulos y seguidores. Como fructífera superación de la noción grotowskiana del “actor santificado”, Tulio Osvaldo va más allá propugna la idea de “actor crucificado”; si Eugenio Barba se refiere a las acciones extra-cotidianas, Tulio Osvaldo insiste en las “actancias extraterrestres”.
Hoy, superados algunos bloqueos frente a la corrección ortográfica, Tulio Osvaldo Scioppero ofrece a los lectores especializados su “Morfología de la Escénica Errática”, un mágico compendio de su larga trayectoria en la investigación teatral. Su colaborador directo a lo largo de estos años Oscar Añoso Picci (cariñosamente conocido por el apodo “Estrabinski” a causa de su pronunciado estrabismo o bizquera) se ha esmerado recopilando notas y más notas del maestro, quien tenía por costumbre esparcir su sapiencia con una prodigalidad ejemplar. Así cuenta el buen y abnegado Estrabinski: “acá, allá, mirá, flaco. En servilletitas de la cantina, en retacitos de “La Nación”; mismo en – perdoná – el rollo de papel de los servicios. ¡Pucha si fue pinche laburo!”.
Sería tarea de enorme complejidad definir la “escénica errática” de Scioppero en un espacio tan reducido como el que la mezquindad de esta publicación me otorga. Parece, sin embargo, inexcusable, enunciar al menos las famosas seis reglas de la “implantación biotécnica del exteriorizable”, enunciadas y ampliamente desarrolladas en el opúsculo del Maestro, que
– añadiré – ya puede ser adquirido en las librerías más importantes de Tucumán y Rosario a precios muy razonables.
Estas seis reglas, tal y como vienen muy bien escritas en una de las primeras páginas del librito, son:

Regla de la retrospección deflactante
Regla de la deslectura afrentosa
Regla de la recomposición ojimétrica
Regla del inconmensurable desparpajo
Regla del mosqueo trascendente
Regla del juanpalomo autista

Parte de la trascendental obra de Scioppero presenta inexplicables afinidades y alguna que otra monstruosa contradicción con los trabajos de mi propio y llorado maestro Szopenko, al que, si Dios no lo remedia, dedicaremos más de una página en ese Asno de Oro.
Item más, si me da por ahí, desarrollaré algo las seis famosas reglas, porque hay gente que no se aclara con su mero enunciado.

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