CAPOTE DE GRANA Y ORO

La noticia lleva ya días suelta por los medios solventes, como “La Sacristía de la Federica” y “Peluquín Press”: Zapatero persigue implacablemente a la tonadillera Isabel Pantoja. ¡Hiena sedienta de sangre!
Los socialistas y los rojos en general odian, como es bien sabido, todo lo que es nacional y nuestro: ¡Spaña! Ahora la toman con esta blanca florecilla trianera, como otro día la tomarán con la memoria del Cardenal Cisneros, o con las torrijas, o con el timo de las misas.
¿No es acaso Julián Muñoz la viva imagen actualizada de un bandido generoso, un moderno Tempranillo? Solo que él, en lugar de quitarles a los ricos para dárselo a los pobres, se lo quitaba a todo el mundo para quedárselo él. Pero, por lo demás, clavadito, con su medallón rociero, sus copitas en la feria, su pecho lobo veraniego...
¿Y su Isabelita, no es una Carmen rediviva, esa pasional y noble cigarrera sevillana? Pero con más sentido comercial, qué puñeta, que no sólo de faralaes y peineta vive el mito.
Menos mal que a la virgen ultrajada (¡Sí, virgen, virgen! ¿Qué pasa?) le salen paladines defensores, cuando, ya amarrada al poste del suplicio, las llamas de la hoguera amenazan hacer presa de sus purísimas y abundantes carnes.
Es entonces cuando una blanca gaviota, a la manera del cisne de Lohengrin, rompe el rojo celaje de amenazadoras nubes y se arroja en picado contra los verdugos. Grazna:
- ¡Os cebáis con esta santa para cubrir vuestros horrorosos desmanes!
Y, a renglón seguido, sus nobles graznidos acusadores comparan el trato misericordioso otorgado al pérfido de Juana con el inmisericorde infligido a la mártir del Euro contante y sonante. ¿Qué tiene que ver el culo con las témporas y el tocino con la velocidad? Pues nada, claro. Pero hemos dicho que se trata de un ave, y tampoco vamos a pedirle a un pajarraco justiciero una estructura lógica de pensamiento.
Y, como la virtud siempre alcanza su recompensa y el criminal nunca gana y no hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague, pues hoy mismo, a 15 de mayo, festividad de San Isidro Labrador, nuestra Isabelita va a ser exaltada y elevada a los altares por el alcalde Gallardón, quien la subirá en sus poderosos brazos al escenario de las fiestas patronales, en compensación por tanto sufrimiento, porque esta mujer ha sufrido mucho en su vida.
Toda la España de charanga y pandereta clamará jubilosa y verterá copioso y emocionado llanto ante la epifanía de la venturosa. Amén.