viernes, 2 de noviembre de 2007

ERRE QUE ERRE


Procure siempre acertalla / el honrado y principal; / pero si la acierta mal, / defendella y no enmendalla.
(Guillén de Castro. “Las Mocedades del Cid”)

Grandes conocedores de los clásicos castellanos estos caballeros, sí señor. Pero no menos conocedores del horripilante celuloide ibérico de antaño pericastaño. Don Mariano, don Pedrojota, don Acebes, don Federico... Parece que todos han preparado sus discursos posteriores a la sentencia a base de Guillén de Castro y de Paco Martínez Soria (“Don erre que erre”). No es muy brillante, a decir verdad, pero la necesidad carece de ley, y por algún lado tenían que salir. Claro que, cuando uno se alimenta de semejante cóctel, alguna incoherencia habrá de surgir por alguna parte.
Por ejemplo eso de que fueron ellos quienes persiguieron y capturaron a los delincuentes. ¡Muy bueno lo tuyo, Sherlock Holmes! Y la policía, mientras, tocando el violón, ¿o qué? Es que me imagino a toda la plana mayor del PP en plan inspector Gadget, en vez de dedicarse a predicar la conspiración, y no me acaba de cuadrar. No se puede estar al caldo y a las tajadas, ilustres sabuesos.
Luego va don Mariano, que está lanzado a la pirueta sobre el trapecio sin red, y, habiendo aseverado con alguna anterioridad que: “Yo no sé si ETA atentó o no; eso lo tendrá que decidir la Justicia", ahora dice que apoyará cualquier otra investigación, vamos, que él respeta mucho la actuación de la Justicia, pero no, pero sí, pero hay que seguir investigando. A ver en qué quedamos.
Y, por añadidura, en un alarde de auténtico cinismo, la pandi suelta con absoluto desparpajo que ellos siempre apoyaron la investigación en marcha. Para no olvidar cómo funcionó este personal a lo largo de todo este tiempo, recomendaría echar un vistazo a la antología que publica el diario “Público” (http://www.publico.es/012056/tres/anos/agujeros/negros), y recordar cómo el propio don Mariano afirmaba en la víspera de las elecciones que él tenía la convicción moral de que había sido ETA (declaraciones a “El Mundo”).
La evidencia: mintieron, siguieron mintiendo y, por lo que se ve, van a seguir haciéndolo.
La otra evidencia: siempre les importaron un rábano las víctimas y la Justicia; sólo les intereso utilizar el luctuoso suceso en su propio beneficio político y en detrimento del Gobierno de España.

1 comentario:

Bettie dijo...

Pues parece ser que sí. Por desgracia tienes razón. Hay una canción de Albert Plá que me recuerda mucho a esta actitud. Dice algo así como : Estamos en contra hasta de estar en contra... Y parece ser que es así. El caso es llevar la contraria al Gobierno y oye, si para ello tenemos que utilizar planteamientos emotivistas y hacer uso de la demagogia más ruin, adelante.

En este país ya no se hace política...

Un saludo, desde El libro de los 7 sellos.