miércoles, 23 de enero de 2008

DEPURACIÓN INTEGRAL



A mi correo electrónico llega una enorme cantidad de propuestas apasionantes, todas ellas, o casi todas, enviadas con el evidente propósito de hacerme más feliz. “Salud, dinero y amor”, como dice la coplilla. Unificando la primera y la tercera de estas claves para la felicidad, mis anónimos comunicantes me ofrecen la Viagra, mágico talismán para la recuperación del vigor supuestamente perdido o en declive. Alguien se ha chivateado, eso seguro; así que estos benefactores de una humanidad carencial en lo que a amor y salud se refiere, no dudan en inundar de ofertas desinteresadas mi correo y supongo que muchos otros de infelices varones caducos. Por lo que respecta al dinero, innumerables filántropos presentan ante mi la dorada perspectiva de un enriquecimiento fácil y rápido, mediante la inversión en cibercasinos claramente pensados para que el jugador gane sumas enormes con una mínima inversión inicial. Otro de los recursos que se me ofrecen para hacerme un moderno Midas llega revestido de oferta laboral basada en el mínimo esfuerzo y la máxima retribución. Total: que hay que ser un perfecto idiota, o un desconfiado congénito para rechazar la posibilidad de convertirse en un Hermes portador de la cornucopia o cuerno de la abundancia en la punta de su prodigioso falo.
La última sugestiva propuesta recibida a través de las sinuosas ondas del éter consiste en la “depuración integral”. La catártica sugerencia se explicita así: "Un programa intensivo de desintoxicación basado en la experiencia del Dr. Bernard Jensen que mediante el ayuno, limpiezas de colon y la toma de suplementos nutricionales consigue una completa eliminación de toxinas a nivel celular e intestinal." Y sus beneficios: "Un aumento de tu energía vital, paz interior y una mayor claridad mental son solo algunos de los beneficios que te ofrece la Depuración Integral." Pero es que ahí no se queda la cosa, además: "es enormemente beneficiosa para el tratamiento de patologías gastrointestinales, dérmicas, hormonales y/o metabólicas por su capacidad para desintoxicar las células y limpiar el intestino de hongos, parásitos y materia mucoide adherida."
¡Coñe con el Doctor Bernard Jensen! Y eso que es muy conocido en su casa a la hora de comer. Ni Jesucristo, ni Buda, ni Mahoma. Éste sí que es un taumaturgo como la copa de un pino, y sólo a base de matarte de hambre y atizarte unas cuantas irrigaciones. ¡Qué tío!
A mi lo que más me ha llamado la atención ha sido lo de obtener claridad mental mediante la gazuza severa. Y yo que empiezo a verlo todo turbio a partir de las 14 horas, vísperas del potaje. Pues se ve que estaba equivocado.
Conclusión: hay un montón de gente decidida a hacernos felices, pero que muy felices y nosotros, incrédulos, que si quieres arroz, Catalina. ¡Tiempos de incredulidad y relativismo exacerbado!

1 comentario:

Willy Dyc dijo...

Tremendamente recomendable:

Su ‘capital de salud’ me interesa
FRANCOIS CUSSET

Contraportada de Le Monde Diplomatique de este mes.

Salud!