viernes, 28 de noviembre de 2008

¡PERO QUÉ LIBRE MERCADO NI QUÉ…!



…LECHES!
Los mitos y los tabúes funcionan en el lenguaje, vaya si funcionan.
Ahora, en estas fechas, después del batacazo que se ha pegado el capitalismo rampante, nuestros jerarcas siguen erre que erre con la cantinela del “mercado libre”. Todos convienen en que algo habrá que hacer para restaurar la fachada del maltrecho sistema económico, pero ninguno de ellos osa poner en tela de juicio eso del mercadito a su bola. Incluso nuestros desteñidos socialistas del momento proclaman su fe inquebrantable en la cosa. La recién proclamada jefa del PSF, Martine Aubry, soltaba hace pocas fechas una perla como ésta: “Sí a la economía de mercado, pero no a la sociedad de mercado.” ¡Átame esa mosca por el rabo! Nuestro querido y dignísimo ZP esgrimía el tótem del “libre mercado” para explicar por qué no se interviene la participación rusa en REPSOL. Claro que en la otra trinchera el inefable señor Rajoy proponía la defensa de una REPSOL española, tan española como el gazpacho y la copla, frente a la insidiosa maquinación bolchevique, que pretende hacer extranjera una cosa tan española y tan nuestra como es la multinacional ibérica. ¡Toma liberal!
Hace tiempo que no veo a mi amigo Carlitos Rodríguez Braun, quien solía lucir unas bonitas corbatas con la efigie de Adam Smith multiplicada por muchísimos. Me gustaría ver la cara que pone ahora ante la conducta de personajes “liberales” como George Bush jr., cabalgando al rescate de la maltrecha economía financiera de los USA…
Estoy firmemente convencido de que el libre mercado no existe y no ha existido nunca. A las pruebas me remito: vean cómo las autoridades europeas han arremetido con el libre intercambio de recursos a través de Internet. Proteccionismo se llama a esto, digo yo. Claro que a quienes se protege no es precisamente a los ciudadanos de a pie, sino a los que cortan el bacalao.
Eso, sin insistir en las actuales intervenciones salvadoras a favor de los chorizos que han estado forrándose durante décadas, mientras empujaban temerariamente hacia el barranco miles de puestos de trabajo, los mismos que ahora utilizan como escudos humanos para implorar unos milloncejos de las arcas públicas, es decir, del bolsillo de los contribuyentes.
Lo que sí ha existido, si nos fijamos, por ejemplo, en lo que sucedió con el impresentable mundo del ladrillo, ha sido la libre especulación. Y los actualmente alarmados jefes de la cosa política, silbando y mirando para otro lado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si no sabes nada de Carlos Rz Braun es porque no quieres. Lo tienes en "Libertad Digital" con una columna que se llama "la tontería económica de la semana" y en la que sostiene que la culpa de la crisis la tiene el intervencionismo estatal y la falta de libre mercado. Te lo juro.

Ichigo dijo...

Lo cierto no es que estés convencido de que el libre mercado no existe, es que las cosas son así: el libre mercado es ficticio, inexistente y manipulado por el capitalismo más antinatural del mundo y del universo.