viernes, 23 de enero de 2009

BURDO RUMOR



De la muerte del buen Rey Sancho en el cerco de Zamora sólo sabemos que su ejecutor material fue Bellido Dolfos (hijo de Dolfos Bellido). Que su hermanito el Rey Alfonso tuviera algo que ver en el asunto, eso queda por probar y quedará por los siglos de los siglos, si Per Abat no lo remedia; que no creo, porque espichó hace la tira de años. El Rey García estaba en Galicia y bastante tenía con ocuparse de sus propios problemas, y a las chicas, Elvira y Urraca, habrá que concederles el beneficio de la duda.
En el sórdido caso de Tamayo y Sáez ocurrió algo parecido a lo que sucedió con el traidor de Zamora. Sea como fuere, el magnicidio de Sancho le vino de perilla a su hermano Alfonso, que se alzó con el santo y la limosna y a mi que me registren. Igualito que doña Esperanza Aguirre, más limpia que una patena y Presidenta de la Comunidad de Madrid a cuenta del tamayazo.
Ahora el caso de los espionajes tiene toda la pinta de acabar igual, porque ya ha dicho doña Esperanza que se trata de un burdo rumor, como el de Javier Krahe, y que ella se llama Andana. Especialidad de la casa. Y sin embargo, rememorando al llorado Gila: “alguien ha espiado a alguien…”
Por añadidura la organización de agentes secretos no registrados parece que no funcionaba con mucha más eficiencia que la T.I.A. de Mortadela y Filemón, vamos que era una chapuza bastante considerable. Muchas veces el admirable Ibáñez parece dotado del don de profecía, la verdad.
Y ahora, el concurso de Asinus: en la ilustración de este artículo aparecen cinco personajes, de los cuales reconocemos enseguida a Mortadelo y Filemón, que no vienen disfrazados. Las preguntitas: ¿quién es, en realidad, el Profesor Bacterio? ¿Quién el Superintendente? ¿Y la señora rubia que levanta la patita? Adivina adivinanza. Los cinco primeros acertantes obtendrán la Medalla al Supremo Candor y un besito en la frente.

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