domingo, 15 de febrero de 2009

CORTINA DE HUMO SULFÚRICO



Cuentan que el barón visigodo (tardío) Funámbulo Errático, tiempos antes de ser apuñalado por ciert@s cortesan@s ambiciosill@s, supo de muy buena fuente que se estaban propalando rumores sobre la proliferación de chivatos y correveidiles en su propia baronía. Diz que los unos fisgaban en los asuntillos de los otros y que los otros tampoco dejaban de meter las napias hasta bajo el lecho (o lechos) de los unos. Luego los sicofantas no daban abasto propalando rumores de lo más variopinto, que apuntaban en unos papelillos, y que esos papelillos iban a parar no se sabe dónde, pero haberlos, habíalos.
- El Rufilanchas se la casca como un mono en la torre del homenaje.
- La azafata doña Barbiana no es rubia natural, porque se han hallado botellas y botellas de agua oxigenada en su boudoir.
- El edecán Borlones sale de tapadillo los jueves a una partidita que tiene con el sarraceno.
- Los perniles desaparecidos de la despensa obran en poder del condestable Pruritos, tanto hacerse pasar por vegetariano, el hijoputa.
Y, como casi todos los encartados, eran, por añadidura, muy acusicas, no paraban de acudir al Justicia Mayor y a otras instancias competentes con el objeto de meterles el dedo en el ojo a sus espiones y detractores (y viceversa, claro).
Total, que se estaba armando un revuelo por todo el condado, más allá de la baronía incluso, que amenazaba con manchar el buen nombre (es un decir) de la propia baronía y aledaños.
Afligido, como andaba, el barón visigodo (tardío) Funámbulo Errático, acudió al consejo de sus consejeros, elegidos muy meticulosamente todos ellos entre los más sabios y agudos embaidores del Reino de las Batuecas. Ellos, tras rascarse consecutivamente la coronilla y mantener un animado debate, que se saldó con tres hematomas oculares y un desgarramiento de pabellón auditivo, acordaron que lo más sensato sería lanzar una especie, que tapase, por voluminosa y estridente, la muy nociva del chivateo mutuo, o sea, una gran cortina de humo.
- ¿Sulfúrico?
Inquirió el afligido prohombre.
- ¡Más que eso, tóxico y letal!
Arguyeron ellos.
- ¡Hágase!
Replicó. Y encargó a los más embaidores del Consejo que, puestos en comunicación con los sicofantes, echasen a rodar la bola ya mismo.
A ello, pues, se precipitaron con toda diligencia, y a no mucho tardar volvieron a presencia de su señor natural, quien inquirió con gran impaciencia qué bulo o especie habían ideado con el objeto de acabar con el precedente. Y así repuso el más caracterizado y habilidoso de entre ellos:
- Señor: hemos hecho correr como la pólvora que en vuestra corte lo que hay es una panda de cacos y tragaldabas, capaces de venderse a sí mismos y a toda la corte por un buen puñado de reales u otra moneda de curso legal. ¿A que hemos estado finos?
- Ahora lo del espionaje se lo van a comer con patatas, ¿eh, jefe?
Estos verídicos hechos, recogidos muy fielmente en casi todos los cronicones de la época, precedieron al prolongado retiro del barón visigodo (tardío) Funámbulo Errático en cierta abadía trapense con importantes síntomas de desequilibrio emocional.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No nos engañas... Sabemos de qué estás hablando. ;)