viernes, 13 de febrero de 2009

Y EL VENADO, ¿QUÉ?



Es un circo mediático el que estamos disfrutando hace semanas, con sus funámbulos, sus trapecistas, sus domador@s, sus payasos (listos y tontos)…
Nunca le agradeceremos suficientemente al PP semejante espectáculo, capaz de disipar la melancolía colectiva en que nos tiene sumidos la célebre crisis. A esto se le llama animar el cotarro, sí señor.
Cuando se desata una verbena de estas dimensiones, siempre acabará surgiendo, por extrapolación al absurdo, algún elemento verdaderamente patafísico. Creo que en el presente caso se trata de la cacería de venados donde se hallaron presentes los señores Bermejo y Garzón. Sabemos que la matanza la organizó un empresario del PP, que a ella asistieron un policía y otras cincuenta personas, más o menos… Incluso podemos conocer la filiación o inclinación política de muchos cazadores. Pero: ¿y el venado?
Porque, si en uno de estos eventos hay algún protagonista, éste es, sin duda alguna, el venado. Pero nadie se ha detenido en averiguar qué ideología concreta y qué relaciones políticas poseía este sujeto. Lo que es más grave: como se lo cargaron, lo escabecharon, nunca conoceremos estos importantes detalles. El animal se llevó consigo el secreto al desolladero.
Yo que el PP no me limitaría a romper el pacto por la justicia y recusar al Juez Garzón: exigiría una exhaustiva investigación sobre los antecedentes del venado, sus circunstancias familiares, sociales y cinegéticas. Aquí hay tomate, eso, seguro.
A mi no me caen nada simpáticos los ganchos de caza mayor, ni los ojeos de perdices, ni ninguna de estas versiones señoritiles de la caza. Eso vaya por delante. Como antiguo cazador de escopeta y perro, nunca aprobaré las escabechinas organizadas. Como tampoco me divierten las fiestas sociales de la “jet”. Supongo que el venado y yo compartiríamos plenamente este punto de vista. Puntualizo.
Sin embargo, abstracción hecha de lo anterior, me parece que alguien está cogiendo el rábano por las hojas hasta el ridículo más estruendoso.

No hay comentarios: