sábado, 15 de mayo de 2010

EL CHOCOLATE DEL LORO Y EL PIENSO DE LAS GALLINAS



Siempre se cita, como ejemplo de necedad en el ahorro, el caso de la familia que decidió economizar a base de suprimir el chocolate que se daba al lorito. Pues aún hay casos más llamativos, como aquel de la familia de avicultores que, tras comprobar que no salían las cuentas de la explotación familiar, pues se encontraba en pérdidas, decidió enderezar la situación. ¿Cómo? Pues suprimiendo el pienso de las gallinas. Les pareció una medida dura, pero obligada en aquellas adversas circunstancias. El resultado puede imaginarlo cualquiera. Semejantes son las populares anécdotas del que asó la manteca y la del que vendió las botas para comprar betún.
Esto de tirar por la calle de en medio siempre resulta arriesgado, si no temerario e incluso suicida. Las medidas del Gobierno para sacarnos del déficit me parece a mi que van por ese tortuoso camino, cuyo fin puede desembocar en un barranco francamente jodido.
No quiero meterme a economista de salón, que ya tenemos unos pocos, pero lo de reducir la paga funcionarial, congelar las pensiones, disminuir la inversión en desarrollo y demás no parece que vaya a favorecer el crecimiento económico, ni a crear empleo, ni a incrementar el consumo. Todo lo contrario.
En mi caso personal, debo comentar (moderadamente, que es lo que se lleva) que estoy ligeramente disgustadillo con el Gobierno. El caso es que soy funcionario y seré bastante en breve pensionista, así que no puedo exultar de júbilo ante las estupendas ocurrencias gubernamentales. Ustedes me comprenderán. Lo de hacer un pequeño sacrificio para echar una manita no acaba de tocarme el corazón, lo siento.
Máxime cuando veo al cara dura de Díaz Ferrán alabando a boca llena y al Presidente de Estados Unido dándole palmaditas en la chepa a Zapatero. No me fío de los dánaos, ni tan siquiera cuando ofrecen regalos (Ver Eneida. Laocoonte).
Espero que a los Sindicatos no se les arrugue el ombligo a la hora de llevarle la contraria seriamente a estos desvariados neoliberales de nuevo cuño con etiqueta socialista. Les toca mover pieza.

1 comentario:

Alejandra dijo...

¿Ligeramenteeeeeeeeeeee?