domingo, 3 de julio de 2011

PIRATAS Y PIRATAS



Hay piratas y piratas, eso es sabido. Ejercer la piratería no es cosa sencilla y cualquier aficionadete no puede lanzarse a la mar, enarbolar la bandera negra y liarse a piratear por las buenas y sin disgustos. Piratear, sea a gran o pequeña escala requiere unos conocimientos, un estilo y, sobre todo, una patente.
Ahí es donde surge la primera diferencia: no es lo mismo un pirata indocumentado, que un pirata documentado y en regla, que pasa a llamarse corsario de forma inmediata.
Ejemplar fue el caso del corsario (o pirata con carné) Edd “El Apandador”. Celoso de su condición y ufano por tener sus papeles en regla, este ejemplar personaje dedicó todas y cada una de sus singladuras a capturar piratas indocumentados, fueran estos grandes o pequeños, ricos o pobres. Lo normal, cuando topaba con uno de estos desaprensivos, hubiera sido que lo hiciese colgar de una gavia, o que mandase a su tripulación que le pasara por la quilla del navío. Pero Edd no era un pirata malasangre o hijoputa, de forma tal que evitaba esos tratos inhumanos. Se limitaba a imponer una tasa a sus capturas, de forma que suavizaba la merecida pena, al tiempo que lucraba las arcas de a bordo y podía permitirse algunas pequeñas dádivas entre oficialidad y marinería.
Eso no quita para que desempeñase el corso con eficiencia y severidad; tanto así que entendía que cualquier objeto navegante era ya de por sí sospechoso de piratería, de modo que todos ellos, de ser capturados, tenían que pagar un pequeño, casi simbólico tributo, por si las moscas.
Su novia Sindy “la Comprensiva” elogiaba mucho una conducta tan justa y coherente, así que le esperaba en la Isla Tortuga con mucha ilusión y le colmaba de mimos y caricias cada vez que el buen corsario tocaba puerto para descansar un poco de sus fatigosas correrías.
No se sabe con certeza cómo finalizó la ejemplar historia de Edd El Apandador, aunque algunos cuentan que su navío fue apresado por la Marina Real y le pusieron en el cepo con toda su chusma. Pero esto nunca se ha podido probar de modo fehaciente y otras versiones de la historia cuentan que su novia Doña Sindy le rescató de aquella desairada situación, incluso a precio de su fortuna y virtud. La verdad es que casi todas las historias de piratas son más bien confusas, salvo si anda Errol Flynn por medio.

1 comentario:

zoa - casas en venta dijo...

siempre han sido interesantes las peliculas sobre piratas jeje...