lunes, 8 de junio de 2009
EL EUROTRASTAZO
“LA LUCHA POR LA EXISTENCIA ENTRE INDIVIDUOS Y VARIEDADES DE LA MISMA ESPECIE ES LA MÁS ENCARNIZADA. Como las especies del mismo género suelen tener, aunque no invariablemente, mucha semejanza en hábitos, constitución y siempre en estructura, la lucha será generalmente más severa entre ellas si llegan a estar en competencia unas con otras, que si se trata de especies de géneros distintos.”
(Charles Darwin. El origen de las especies)
Yo me lo tomaría en serio. La derecha europea le saca cien escaños a la izquierda en el Parlamento.
Dejemos la crisis aparte, porque puede valer como justificación en España, donde gobierna el PSOE; pero no en otros países, donde la derecha gobernante no ha acusado el mal momento de la situación económica.
La izquierda europea se ha pegado el gran batacazo, ésa es la realidad.
Analistas tiene la santa politología, y supongo que en breve surgirá un mar de explicaciones sobre este hecho; pero cualquier modesto ciudadano, como este asno, tiene derecho a tirar su cuarto a espadas a base de mera intuición.
El caso es que la izquierda cada día se parece más a la derecha por estas latitudes. En otras, como América Latina, las cosas son muy diferentes. Los partidos llamados socialistas han ido perdiendo señas de identidad, a base de apuntarse de forma medrosa a tesis capitalistas. No han sabido hacer frente a doctrinas políticas y económicas aparentemente pujantes, pero cuya ineficacia y fragilidad se ha puesto de relieve en la reciente quiebra del modelo, que ha quedado de manifiesto en la famosa crisis y, especialmente, en el fiasco del sistema financiero.
Por otra parte, los distintos partidos de izquierda han ido tirando cada uno por su lado, sin la más mínima uniformidad en sus comportamientos. Llamativo es el caso del Laborismo británico, con un Tony Blair apuntándose a la política de George Bush con armas (!) y bagaje. Gordon Brown está cobrando los réditos, pero también los de la corrupción, que por lo visto hace pupa a la izquierda, pero no a la derecha. Vean los casos de Madrid y Valencia.
Parece ser que la gente ve normal que los derechistas cobren propinejas, pero les parece mal que los demás corran por la misma senda.
A la desbandada socialista hay que sumar el progresivo debilitamiento del sindicalismo en todo el ámbito de la Unión. La Confederación Europea de Sindicatos es una organización francamente inane, que hoy por hoy realiza un papel casi simbólico. Sus socios más veteranos han sido incapaces de adaptarse a un sistema productivo cada vez más distanciado del viejo modelo industrial. Algunos de ellos viven en el pulmón de acero de la subvención estatal, de forma que carecen de la independencia imprescindible para llevar a cabo una lucha efectiva.
Se habla sistemática y machaconamente de “repensar la izquierda”, pero nadie se atreve a ponerle el cascabel al gato, entre otras cosas por la situación de hipoteca que viven los partidos. También, insisto, por el miedo a alejarse del famoso “centro”, eufemismo que oculta la adhesión a un pensamiento único aceptado con asombroso fatalismo.
Los taurinos (con perdón) suelen decir que el torero que se mete en el terreno del toro acaba inexorablemente corneado. Pues eso me parece a mi que es lo que está pasando.
Admitidas por todos, y en especial por la actual izquierda desnaturalizada, las formas y maneras neoliberales con muy pocos matices, parece normal que los señores de la derecha se muevan en su propio terreno con mucha más soltura. De cajón.
Ya digo que la izquierda tiene que tomar nota, porque la alerta roja está encendida y bien encendida.
domingo, 7 de junio de 2009
SUEÑOS SALADOS
Algunas veces, cuando menos lo esperas, te topas con el teatro por ahí, por el rincón más inesperado.
El “Teatro de las Aguas” es una sala diminuta, que está precisamente en la Calle de las Aguas, junto a la Carrera de San Francisco (Madrid). Estos locales, en los que puedes estar mirando simultáneamente el espectáculo y al público, cuyo aliento casi puedes sentir, tienen un encanto especial. No sé si me explico, pero resultan enormemente teatrales. Unas veces programan con más acierto y otras, con algo menos; pero en lo que a mi respecta, debo decir que siempre que he pisado uno de ellos algo he sentido.
Ayer noche estuve viendo “Sueños Salados”, un curioso espectáculo puesto en escena por unos amigos: Sara, Gustavo, Javi, Paula y otros igualmente honorables a los que no conocía. Pues estuvo francamente bien y es una lástima que ya no les quede más que un sábado para cerrar el tenderete.
Se trata de una función inteligente, que no es poco decir en los tiempos que corren. Inteligente y ácida. Compuesta de varios números (o “sketch”, si lo prefieren) con una sutil línea conductora, más fijada por el estilo que por la temática que nos proponen estos chicos de “Fun – Fanfarria”. Cumple, además, con creces el axioma que vengo manteniendo desde hace años: al público no se le puede aburrir.
Llama la atención el rigor con que está hecho todo el trabajo. En este tiempo de chapuzas, eso se agradece mucho. Y no sólo me refiero a chapuzas en teatro de pequeño formato, porque los pretenciosos gigantones al uso tampoco se quedan cortos a la hora de ponerse el mundo por montera o tirar por la calle de en medio. Por eso está muy bien que se cuiden con tanto esmero todos los detalles de una puesta en escena, hecha, por añadidura con un presupuesto mínimo. Cada día estoy más a favor de un teatro artesanal.
Ya he dicho que se trata de amigos, lo que probablemente hace que esta nota resulte poco objetiva. ¿Y quién me manda a mi ser objetivo? ¿Alguien iba a pagarme por ser objetivo? Pues eso.
viernes, 5 de junio de 2009
EL JUEGO DE CÉSAR
Estimados transeúntes de estas páginas:
La compañía “Estrambote”, emanada de la Escuela Municipal de Arte Dramático de Madrid, va a poner en escena “El Juego de César”, una obra escrita y dirigida por el asno que suscribe.
Hemos estado trabajando cinco o seis meses (ya ni me acuerdo) con once audaces actores, mas un equipo kamikaze, para sacar adelante la cosa. Ya teníamos ganas de verla sobre el escenario.
Esta función sitúa en un imaginario tiempo de Julio César la parábola política sobre una entrega progresiva del poder político al poder económico. Claro que hemos procurado no hacer un panfleto, sino un producto teatral que, sobre todo, no aburriera al respetable. No somos partidarios de sermones.
Si os apetece venir a ver el resultado, podéis llamar a los teléfonos 915944998 o 915944983, que son los de la escuela, para reservar invitaciones. Las funciones serán los días 15, 16, 22 y 23 de junio a las ocho de la tarde en el teatro de la Escuela (Mejía Lequerica 21) y, por supuesto, son gratuitas.
Apuntaos y haréis de conejillos de indias en este banco de pruebas, porque ya en la temporada próxima intentaremos salir a territorio menos familiar.
martes, 2 de junio de 2009
DEFENSORES DE LA (BUENA) VIDA
Bastantes expresiones del Castellano o Español hacen referencia al tema:
“Vivir como un obispo (o como un cura)
“Comer o beber como un sochantre”
“Tener una canonjía” (en el sentido de chollo o bicoca)
Desde ese punto de vista es normal que el clero y sus adláteres se manifiesten entusiastas defensores de la vida, que es, supongo, la buena vida o vidorra; su buena vida o vidorra.
Los políticos sumados al redentor mensaje también parecen bastante sonrosados; incluso rubicundos, y visten de maravilla, paguen o no de su peculio los atuendos que tan galanamente lucen. No es difícil topar con alguno de ellos en la puerta de alguno de los restaurantes más caros y prestigiosos de Madrid... Cuando uno pasa por delante, claro, porque lo que es...
Así que ya voy pillando yo el género de vida que se proponen defender.
La defensa de la vida no parece comprender a los miles de desventurados que se la dejaron tontamente en las guerras clamorosamente jaleadas y alentadas por los partidos a los que pertenecen o apoyan estos enardecidos vitalistas.
Tampoco la de un médico abortista norteamericano, cuya vida no debía de estar comprendida en el cupo de las defendibles, porque le han asesinado unos cruzados de la causa.
Siempre hay que aplaudir la coherencia, allá donde la veamos; así que digno y proporcionado es que estos de la vidorra o vida padre defiendan la vida, la buena, la de ellos.
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