domingo, 27 de septiembre de 2009
PARADOJA DE LA PATATA Y LA ANGULA
La gente ya no sabe qué hacer para piarlas por lo que sea. Ahora hay quien dice que el Gobierno nos la dio con queso cuando dijo que el aumento de la carga fiscal gravitaría sobre las rentas más altas. Se murmura que los impuestos indirectos, como es el IVA, nos pillan a todos y que vaya progresividad de la M. se ha sacado del capirote la ministra Salgado. También se quejan de la retirada de los cuatrocientos euros de bonificación, que precisamente favorecía en especial a los menos favorecidos (¿los más feos?).
Total, que al respetable no le ha gustado nada semejante gambito fiscal y hay quien dice que, si esto es socialismo, que venga Marx y lo vea. ¡Gloria a Friedman en las alturas y en la tierra palo a los contribuyentes de buena o mala voluntad!
Y es que no nos paramos a pensar, porque en realidad los más ricos van a pagar más y los más pobres van a pagar menos. Un rico, por ejemplo, compra un kilo de angulas, que ya están en algunos sitios a 1.300 € el kilo; así que pagará 234 € de IVA al 18 % ¿No? En cambio a un pobrete no se le pasa por la cabeza alimentarse a base de esos minúsculos pececillos; de modo que lo que compra es un kilo de patatas a 0,70 €. En consecuencia sólo paga de IVA 0,126 €. ¿Quién paga más y quién paga menos, eh?
Pues dicen que aún hay quien no se fía de que los ricachones que ingresan más de un millón de euros vayan a declararlos paladinamente, para que les claven treinta mil de propina los de Hacienda. Corre por ahí la maliciosa especie de que ya se las apañan ellos para camuflar la pasta, o para expedirla hacia las Caimán y otros honestos y atractivos parajes. Siempre habrá algún banco benévolo que se ocupe de los detalles.
El caso es que recaudar hay que recaudar, porque no está el horno para bollos, o, como diría un castizo, “no está la Magdalena para tafetanes”. El asunto es saber quién pagará los violines de la fiesta.
Pues, como ya digo, que el personal tiene muy mala idea, se comenta que los de siempre: todos los asalariados y muchos autónomos. Ganas de murmurar.
sábado, 26 de septiembre de 2009
HANLON EN NUEVA YORK
Papanatas, papanatismo… Hay que ver la que han montado los papanatas de diverso pelaje a cuenta de la foto de las hijas de Zapatero con sus padres y el matrimonio Obama. ¡Hay que ser mentecatos! Claro está que siempre se puede ser mentecato y, por añadidura, malintencionado.
En el presente caso parece darse tan venturosa coincidencia, aunque creo que prevalece la primera condición. Es aplicable el principio de Hanlon, ése que reza:
"Nunca le atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez".
La publicación de la fotografía deja en entredicho la seriedad profesional de unos cuantos medios de comunicación pretendidamente serios y, desde luego, pone de manifiesto el papanatismo, mentecatez o necedad de unos cuantos periodistas y afines. Porque a mi que me explique alguien la relevancia que puede tener semejante notición. Más aún el atuendo de dos chicas de trece y quince años. ¡Anda y que se vistan como les dé la gana, no te fastidia!
Para postre, el inefable ciudadano Rajoy se pone a darle consejos sobre el particular al Presidente en plan dómine. El colmo.
¿Qué pretenden los mediáticos y políticos implicados? ¿Simplemente aguarles la fiesta de su viaje a las dos chavalas y a su familia? Porque no se me ocurre corolario más sustancioso para semejante hazaña informativa.
Ya digo: papanatas, mentecatos o gilipollas. Hanlon se pasea por Nueva York a sus anchas. Y eso que hay quien dice que Hanlon nunca existió. Paradojas…
(La foto corresponde a un hermoso ejemplar de besugo y me parece que viene al caso).
domingo, 20 de septiembre de 2009
UNÁNIMES
No sé por qué a mi eso de las unanimidades siempre me pone la mosca detrás de la oreja.
Es difícil que un grupo de seres racionales, o aparentemente racionales, tenga la misma opinión sobre un asunto cualquiera. Por lo menos, siempre habrá matices más o menos gruesos, supongo.
Es difícil distinguir la línea que separa la unanimidad del gregarismo; al menos a mi me cuesta trabajo diferenciar con nitidez ambos fenómenos.
Parece ser que en el reciente Comité Federal del PSOE todo el mundo era perfectamente acorde con la opinión del Presidente Zapatero. Desde luego nadie abrió el pico para objetar nada, ni tan siguiera en forma parcial. Eso mosquea.
Supongo que habría circulado la consigna de “dar imagen de unidad”, para contrarrestar las especies sobre división en el seno del Partido del Gobierno. Y también supongo que a nadie se le había ocurrido que eso, llevado al extremo, tiene bastante mala pinta. Da la sensación de que el organismo en cuestión es una cosa inerte, un coro de turiferarios; muy lejos del espacio de debate y decisión que hace falta en cualquier institución democrática. Se trata, en cualquier caso, de una maniobra defensiva bastante elemental; como cuando los bueyes se ponen culo con culo ante el ataque de una fiera.
Digo yo que estos insignes representantes del PSOE no son bueyes; y que tampoco la fiera es para tanto. Por más que haya por ahí rondando más de una. La más temible es, seguramente, la encarnada por el Grupo PRISA, ya que la fiera PP tiene más apariencia de tábano cojonero, que de feroz felino predador.
Insisto: no me gusta nada y supongo que a bastantes ciudadanos, tampoco.
De esta manera nunca se va a romper el tedio político que nos invade. Ese tedio que está provocando un desprestigio de la política y los políticos que crece en proporción geométrica.
jueves, 17 de septiembre de 2009
PROFES EN LA HOGUERA
Cuando un servidor se estrenó en la docencia (hace la friolera de cuarenta y cuatro años) la mayor parte de los muchachuelos y de sus papás estaban en la convicción de que estudiar servía para "algo".
Como mi debut se produjo en un instituto rural, ese algo consistía mayormente en perder de vista el tractor y la podadera, para convertirse en funcionario, en empleado de banco o, incluso, en maestro. Y eso que los maestros ganaban muy poco dinero, pero las familias de sus pupilos procuraban suplir parcialmente tal carencia mediante presentes de verduras y alguna que otra prueba de la matanza.
Eran tiempos en los que el bedel asomaba respetuosamente por la puerta del aula y proclamaba el ritual:
- Señor profesor: la hora.
En ciertos institutos el “señor profesor” disponía de un timbre para hacer acudir raudo (o no) al conserje. Una vez ese timbre falló, porque se había producido un corte de energía eléctrica y el “señor profesor” hubo de enviar a un discípulo en busca del bedel. Cuando este galoneado sujeto compareció, el docente le interpeló de esta guisa:
- Señor Manolo: ¿Puede informarme sobre qué causa, causas, motivo o motivos han ocasionado la suspensión, supongo temporal, del suministro de energía eléctrica?
- ¡Don José: es que se han jodido los plomos!
Sí que eran otros tiempos, sí. Por ejemplo, los chicos veían poquísima televisión; entre otras cosas, porque en todo el pueblo no habría más allá de tres televisores, y en blanco y negro. De hecho, los tres profes que compartíamos pensión nos íbamos bien abrigaditos al Centro Parroquial, si es que queríamos ver “Estudio Uno”.
Los alumnos solían ponerse de pie a la llegada del profesor, quien solía disponer de un cenicero en su mesa instalada en elevada tarima. Cosas por el estilo.
Cierto que el porcentaje de la población juvenil que cursaba bachillerato (elemental o superior) era más bien exiguo y que en una capital de provincias solía haber, como mucho, un par de institutos; un masculino y un femenino. Ya digo que eran otros tiempos.
Después se produjo la masificación en las enseñanzas universitarias y secundarias, brotaron institutos y universidades de debajo de las piedras… Pero la convicción de que estudiar servía para “algo” se desarrolló en orden inversamente proporcional. En general, descendieron las convicciones de cualquier género.
La educación suele ser un fiel espejo de las sociedades en las que se desarrolla. Para bien o para mal. Y nadie va a resolver sus problemas a golpe de decreto, como parece que quieren hacer algunos políticos para echar un mal remiendo en unas aulas efectivamente complicadas. Ni siquiera un “gran pacto” sacará de apuros una enseñanza que se halla en evidente crisis, entre otras cosas porque el mensaje educativo que imparte se da de bofetadas con el que imparten medios mucho más poderosos, como son las redes de información, los medios y la vida real en su conjunto.
Los profesores, particularmente en secundaria, están muy quemados en su mayoría, como prueban hechos como la demanda de jubilaciones anticipadas.
Mientras, la mayoría de los políticos marean la perdiz discutiendo si Educación para la Ciudadanía sí o no, o Religión sí o no, o si damos más clases en Catalán o en Castellano…
A eso se le llama coger el rábano por las hojas, me parece a mi.
sábado, 12 de septiembre de 2009
PUTAS LITERARIAS Y DE LAS OTRAS
Estoy de acuerdo en que no haya putas en el mercado de la Boquería; del mismo modo que no me parecería conveniente que en los burdeles se despacharan butifarras y calçots. Cada cosa en su sitio y nada de intrusismo profesional. Las meretrices no deben fornicar cerca de los puestos de pescado. Tampoco los polleros tienen que ir a los lenocinios a desplumar aves. Si empezamos a alterar el orden establecido de esta manera, acabaremos viendo que los bancos trasladan sus centrales al Cerro de la Mica. ¡Qué disparate!
Claro que de ahí a meterse a prohibir el putiferio de un plumazo hay un largo trecho. Es curioso cómo se plantean los bienpensantes el asunto de las prostitutas. Seguro que ellos están encantados con las putas literarias: con nuestra Lozana Andaluza, con la Bola de Sebo y su epígona de “La Diligencia”, con Marguerite Gautier (no digamos nada de la versión operística de Verdi), con la Belle de Jour… Hasta con las visitadoras de Pantaleón… La escena de Max Estrella y don Latino con las trotonas les debe de parecer conmovedora hasta las lágrimas. Pero las putas reales ya son harina de otro costal, ésas hay que liquidarlas, o, por lo menos, esconderlas debajo de la alfombra.
Algo parecido a lo que sucede con los toros artísticos y los toros de verdad (Servatis servandis et exceptis excipiendis). A ningún antitaurino se le ocurriría prohibir los toros de Goya, o los de Picasso, pero claman contra la fiesta de toros, que inspiró tan egregiamente a ambos artistas.
Lo vivo y lo pintado, ya se sabe
jueves, 3 de septiembre de 2009
AUTODETERMINACIÓN
No ha saltado todavía a los medios, pero ya saltará: Villamajuelo del Pamplinar, municipio sito en un punto ignoto de la Meseta Castellana, pretende convocar un referendum de autodeterminación.
Hay el precedente de Arenys de Munt, cuyos habitantes serán consultados el 13 de septiembre sobre una eventual independencia de Cataluña, pero el caso difiere bastante, ya que estos ciudadanos pretenden opinar sobre un ámbito territorial superior al suyo propio, su término municipal. Eso por un lado.
Los villamajuelenses o villamajueleños, más razonables en sus pretensiones, sólo quieren consultar sobre su propio futuro político, sin meterse en camisa de once varas, implicando a toda Castilla.
Otro elemento peculiar en la consulta pendiente es que el consistorio, con su alcalde al frente, quiere preguntar a sus convecinos si quieren seguir siendo españoles, o prefieren ser turcos de ahora en adelante.
La propuesta no carece de fundamento jurídico, ya que la vertiente externa del derecho de libre determinación está relacionada con la soberanía. Se refiere al derecho de los pueblos a determinar libremente su lugar en la comunidad internacional de Estados, de acuerdo con el principio de igualdad soberana (resoluciones de la ONU 1541 (XV) y 2625 (XXV).
Así pues, los naturales de Villamajuelo del Pamplinar harán uso de su derecho a determinar libremente su lugar en la comunidad internacional de Estados, que por lo visto es la República democrática, secular y constitucional de Turquía.
Hecha la salvedad de la distancia geográfica, que tampoco es para tanto, porque hay casos en otras instancias políticas del mundo, parece una opción como otra cualquiera.
Lo que no acababa uno de entender es por qué Turquía y no, Estados Unidos de América, Nueva Zelanda o Rusia, por ejemplo.
Las razones aducidas para una decisión de esta índole son más bien confusas en mi opinión:
- Es que los turcos nos han dicho que son muy majos.
- Si nos hacemos turcos, seguro que no nos prohiben las vaquillas por fiestas a la manera de nosotros (¿?)
- En Turquía se puede fumar en todas partes.
- Así no tendremos nada que ver con los de Valdecencerra (municipio vecino), que son unos hideputas.
Aún no se ha determinado la fecha de la consulta, pero aguardaremos con interés su resultado.
En la foto el pleno del Ayuntamiento tras la deliberación sobre este punto.
miércoles, 2 de septiembre de 2009
LA PESTE
No acabo de ver clara las propuestas de el Javi sobre medidas que se pueden adoptar en el caso de la gripe A, que tan ocupadas tiene a nuestras autoridades salubres y, en particular, a doña Trini, la del sin par gracejo.
No digo que sean absolutamente inviables o inadecuadas, sino sólo que no las acabo de ver.
En primer lugar, lo de las tablillas de San Lázaro. Sé que en su momento dieron muy buen resultado, ya que la gente ponía pies en polvorosa en cuanto escuchaban su lúgubre sonido. El leproso estaba obligado a portarlas consigo, de forma tal que se evitara el contagio de los sanos y eso funcionaba. Los griposos A – dice el Javi – tal vez debieran de ser dotados de una versión moderna (electrónica adaptada al móvil, por ejemplo) para que no nos anduvieran soltando virus a chorro en las narices. No sé…
La otra propuesta me parece algo más drástica. Se trata del asunto de las escuelas infantiles (eufemismo de “guarderías”) a las que acuden tiernos infantes para que sus papás puedan currar los dos, ya que no hay Cristo que en este país se sustente con un solo salario. En efecto, una amiga mía que trabaja en el sector me cuenta que les han mandado no tocar a los niños, si no es con un palito y a distancia, que les limpien los moquillos con máscara antigás y gasa esterilizada, que los bebés sean alejados de las funestas costumbres de sobarse entre sí y tirarse de los pelos… No exactamente, pero casi. Propone el Javi que, ya puestos, los nenes afectados por la gripe sean sacrificados de forma rápida en indolora. ¿O es que cuando lo de la gripe aviar no se cargaron gallineros completos? Cortar por lo sano, nunca mejor dicho. Eso me parece una barbaridad; aunque, claro, conociendo al niño Parsifal, sobrino de el Javi, me hago un poco de cargo.
No sé cuánto durará la pandemia (¡!) pero su erradicación acarreará algunas pegas o efectos negativos. Por ejemplo nos privará de escenas entrañables, como la protagonizada por Trini y Espe todas monas y jacarandosas dándose besitos, tal vez en la convicción de que ninguna de ambas damas padece síntoma alguno de la cruel dolencia.
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