sábado, 28 de febrero de 2009
PRIMUM PRIMI
Comprendo que los partidos políticos y, en particular, el PSOE vasco, hayan tenido que decir con la boca chiquita que lo de cargarse a mazazos una herrikotaberna no está bien, que eso de tomarse la justicia por propia mano no es lo correcto en democracia, etcétera, etcétera.
Pero también comprendo la oleada de solidaridad desatada a favor del ciudadano Emilio, el tío de la maza.
La reacción primaria de un sujeto al que le acaban de joder su piso recién arreglado, en nombre de los nobles ideales patrióticos de una panda de gamberros armados, resulta acreedora de la simpatía de un montón de gente.
Que la citada panda de gamberros tenga, por añadidura, la desvergüenza de amenazar y motejar de “fascista” al elemental justiciero de Lazkao, incrementa inevitablemente la simpatía por este hombre.
Creo que todos, la inmensa mayoría de los españoles, vascos o no, estamos hasta el gorro de la insufrible chulería de esas pandillas de delincuentes, que se permiten todo tipo de desafueros con no sé qué confusa cobertura ideológica. Y aún me atrevo a pensar que a más de uno le apetecería arrearle una buena somanta a cualquiera de estos macarras, si le cayera a mano la ocasión.
Pues claro que eso no está previsto en las reglas del juego democrático, pero tampoco está previsto que esos tipos anden por ahí pavoneándose y haciéndoles la vida imposible a sus convecinos.
El ambiente de terror mafioso que se vive en muchos puntos del País Vasco y Navarra está siendo excesivamente tolerado por las autoridades de distintos ámbitos. Por ese motivo la reacción catártica en muchos conciudadanos nuestros tiene su explicación.
Y, desde luego, no es lo mismo una conducta deliberadamente violenta e intimidatorio, como la de ETA y su mariachi, auténticamente fascista, que la reacción primaria de un ciudadano cabreado. Como mucho, inadecuada.
EL JUSTO JUEZ
En estos momentos de aflicción para algunos claros varones, aquellos que son injustamente perseguidos, acusados, zaheridos y hasta vilipendiados a manos de jueces prevaricadores, malevolentes, claramente injustos y, en una palabra, infames a más no poder, queriendo este modesto asno acorrerles y prestarles una migaja del mucho auxilio y consuelo de que se hallan necesitados, pongo a su disposición el remedio que más oportuno y eficaz se me antoja, éste:
ORACIÓN DEL JUSTO JUEZ
“Santisimo Justo Juez, Hijo de Santa Maria, que mi cuerpo no se asombre ni mi sangre sea vertida, donde quiera que vaya y venga, las manos del Señor delante las tenga, las de mi Señor San Andres, las de la Señora Virgen Maria, que vayan y vengan, mis enemigos, salgan con ojos y no me vean, con armas y no me ofendan, justicia y no me prendan, con el paño que nuestro Señor Jesucristo fue su cuerpo envuelto sea mi cuerpo, que no sea herido ni preso, ni a la vergüenza de la cárcel puesto. Si en este día hubiese una sentencia en contra mia, que se revoque por la Bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amen.”
¡Vamos, ánimo! ¡Que no todos los jueces son inicuos, como ese Garzón sediento de sangre y cubierto de oprobio cinegético!
N.B.: La ilustración ya sé que no corresponde a un juez normal, ni mucho menos al Justo Juez. Es Ana Paula Oliveira, una juez de línea brasileña, que, encima de no ser prevaricadora, está buenísima. ¿A que sí?
miércoles, 25 de febrero de 2009
CONCURSO DE VERDUGOS
El barón visigodo (tardío) Funámbulo Errático, poco tiempo antes de su histórico apuñalamiento a manos de sayones locales, dicen que andaba grandemente mosqueado contra el Conde Talancio Cejas. Ese reconcomio contra el prócer vecino venía a cuento, más que nada, de que el propio Funámbulo aspiraba a ser conde en lugar del conde, lo que tiene su lógica, si consideramos que conde es más que barón, y mucho más que barón visigodo (tardío). El conde viste más lujosas hopalandas, transita en palanquín de ocho porteadores, se hace servir cochinillo y ostras cuando le place y tiene asiento preferente en justas y fiestas palatinas. Pues ahí estaba el quid de la cuestión, mira qué fácil.
Así que nuestro barón visigodo siempre andaba ideando infundios, triquiñuelas y socaliñas contra su declarado enemigo, con el objeto de verle desposeído de honores y prebendas, humillado y envilecido, postergado y vilipendiado por la plebe; y así ascender él mismo, el propio barón, al elevado solio del condado, famoso por lo mullidito y confortable que resultaba.
Así fue, que, en este permanente maquinar, hizo difundir a los heraldos y pregoneros un bando famoso, que rezaba (en síntesis):
“El Conde Talancio Cejas es un blandengue, que hace dar tormentos livianos y llevaderos a cazadores furtivos y otras lacras feudales. Ése, ni es conde, ni es nada de nada”.
Mucho se afligió el aludido ante dicterio tan lacerante y molesto. También porque él era de suyo benévolo y apacible, nada inclinado a conductas vesánicas o crueles. Más aún se consternó cuando trajeron a su presencia a un sujeto bajito y bisojo, quien aseveró a berrido limpio:
- Soy la voz del pueblo, y, en mi condición de voz del pueblo, digo que el pueblo exige sangre, vísceras y humos de hoguera. Ya basta de que los malhechores del reino sólo reciban seis docenas de azotes, antes de ser desnarigados y arrojados a la pestilente espelunca.
- Pestilente espelunca es una aliteración, ¿verdad?
Desconcertado, como se veía, al buen Talancio Cejas no se le ocurrió mejor cosa que responder, así al pronto, ante una acusación tan recia y descalificante. Luego se lo pensó un ratito e inquirió a sus cortesanos:
- Oye, y al mico éste, ¿quién le ha instituido en voz de la plebe?
- Los heraldos y pregoneros, sire. Es una putada, pero átame esa mosca por el rabo.
Así las cosas, el afligido prohombre optó por una inmediata réplica. Es decir, picó, como un pardillo.
- Pues ahora estoy considerando yo la posibilidad de ordenar que, como complemento de los azotes y demás, a los transgresores les metan un palito en la oreja, para que se fastidien. Eso lo voy a estudiar y ya veremos, ya veremos…
La réplica del furibundo barón no se hizo esperar:
- ¿Palito? ¡Qué mariconada! ¡Emasculación sumarísima! ¡Hay que cortarles las pelotas para que escarmienten!
- Pero… ¿Y si el transgresor es transgresora? Porque, entonces…
- ¡Bobadas! Pues entonces, se le somete primero a una operación de cambio de sexo y luego se le capa. ¡No hay que andarse con chiquitas!
Y es que el Barón visigodo (tardío) andaba aquella temporada especialmente irritable; dado que cierta dama palaciega muy ingeniosa y de algún predicamento en la corte había hecho que le colgasen del escroto al barón – a modo de donaire – una docena de nécoras. Eso molesta, tiene que molestar, seguro.
Arreciando la polémica, preciso fue convocar un concurso de verdugos, a ver a cuál de los candidatos se le ocurrían tormentos más aflictivos y humillantes contra los leñadores furtivos, los blasfemos en público, los ladrones de gallinas y otros delincuentes comunes.
Entre tanto, y aprovechando la feliz coyuntura, ciertos cortesanos poco escrupulosos seguían metiendo el cazo muy a su sabor en las arcas del público erario.
martes, 24 de febrero de 2009
AUGUSTO BOAL SIN PELOS EN LA LENGUA
Este año el mensaje del Día Mundial del Teatro, que casualmente coincide con mi cumpleaños (27 de marzo), le correspondió a Augusto Boal. Creo que merece la pena insertarlo aquí. Lo pongo en Inglés y en Francés. En cuanto tenga tiempo, lo pondré traducido al Español:
World Theatre Day – International Message
27th March 2009
Augusto Boal
All human societies are “spectacular*” in their daily life and produce “spectacles” at special moments. They are “spectacular” as a form of social organization and produce “spectacles” like the one you have come to see.
Even if one is unaware of it, human relationships are structured in a theatrical way. The use of space, body language, choice of words and voice modulation, the confrontation of ideas and passions, everything that we demonstrate on the stage, we live in our lives. We are theatre!
Weddings and funerals are “spectacles”, but so, also, are daily rituals so familiar that we are not conscious of this. Occasions of pomp and circumstance, but also the morning coffee, the exchanged good-mornings, timid love and storms of passion, a senate session or a diplomatic meeting - all is theatre.
One of the main functions of our art is to make people sensitive to the “spectacles” of daily life in which the actors are their own spectators, performances in which the stage and the stalls coincide. We are all artists. By doing theatre, we learn to see what is obvious but what we usually can’t see because we are only used to looking at it. What is familiar to us becomes unseen: doing theatre throws light on the stage of daily life.
Last September, we were surprised by a theatrical revelation: we, who thought that we were living in a safe world, despite wars, genocide, slaughter and torture which certainly exist, but far from us in remote and wild places. We, who were living in security with our money invested in some respectable bank or in some honest trader’s hands in the stock exchange were told that this money did not exist, that it was virtual, a fictitious invention by some economists who were not fictitious at all and neither reliable nor respectable. Everything was just bad theatre, a dark plot in which a few people won a lot and many people lost all. Some politicians from rich countries held secret meetings in which they found some magic solutions. And we, the victims of their decisions, have remained spectators in the last row of the balcony.
Twenty years ago, I staged Racine’s Phèdre in Rio de Janeiro. The stage setting was poor: cow skins on the ground, bamboos around. Before each presentation, I used to say to my actors: “The fiction we created day by day is over. When you cross those bamboos, none of you will have the right to lie. Theatre is the Hidden Truth”.
When we look beyond appearances, we see oppressors and oppressed people, in all societies, ethnic groups, genders, social classes and casts; we see an unfair and cruel world. We have to create another world because we know it is possible. But it is up to us to build this other world with our hands and by acting on the stage and in our own life.
Participate in the “spectacle” which is about to begin and once you are back home, with your friends act your own plays and look at what you were never able to see: that which is obvious. Theatre is not just an event; it is a way of life!
We are all actors: being a citizen is not living in society, it is changing it.
Augusto Boal
Journée Mondiale du Théâtre – Message international
27 mars 2009
Augusto Boal
« Toutes les sociétés humaines sont spectaculaires dans leur quotidien et produisent des spectacles pour des occasions particulières. Elles sont spectaculaires en tant que mode d’organisation sociale, et produisent des spectacles comme celui que vous êtes venus voir.
Même si nous n’en avons pas conscience, les relations humaines sont structurées de façon théâtrale : l’utilisation de l’espace, le langage du corps, le choix des mots et la modulation de la voix, la confrontation des idées et des passions, tout ce que nous faisons sur les planches, nous le faisons dans notre vie : nous sommes le Théâtre !
Non seulement les noces et les funérailles sont des spectacles, mais le sont aussi les rituels quotidiens si familiers qu’ils n’affleurent pas à notre conscience. Non seulement les grandes pompes, mais aussi le café du matin et les bonjours échangés, les amours timides et les grands conflits passionnels, une séance du sénat ou une réunion diplomatique- tout est théâtre.
L’une des principales fonctions de notre art est de porter à notre conscience les spectacles de la vie quotidienne dont les acteurs sont également les spectateurs, dont la scène et le parterre se confondent. Nous sommes tous des artistes : en faisant du théâtre, nous apprenons à voir ce qui nous saute aux yeux, mais que nous sommes incapables de voir tant nous sommes seulement habitués à regarder. Ce qui nous est familier nous devient invisible : faire du théâtre, c’est éclairer la scène de notre vie quotidienne.
Au mois de septembre dernier, nous avons été surpris par une révélation théâtrale : nous qui pensions vivre dans un monde sûr, malgré les guerres, les génocides, les hécatombes et les tortures qui, certes, se déroulaient mais loin de nous dans des contrées lointaines et sauvages, nous qui vivions en sécurité avec notre argent placé dans une banque respectable ou dans les mains d’un honnête courtier en bourse, on nous a dit que cet argent n’existait pas, qu’il était virtuel, fiction de mauvais goût de quelques économistes qui eux n’étaient pas fictifs, ni sûrs, ni respectables. Tout cela n’était que du mauvais théâtre, une sombre intrigue dans laquelle quelques-uns gagnaient beaucoup et où beaucoup perdaient tout. Des politiciens des pays riches ont tenu des réunions secrètes d’où ils sont sortis avec des solutions magiques. Nous, victimes de leurs décisions, nous sommes restés spectateurs assis au dernier rang du balcon.
Il y a vingt ans, je montais Phèdre de Racine à Rio de Janeiro. Les décors étaient pauvres : des peaux de vache au sol, des bambous autour. Avant chaque représentation, je disais à mes acteurs : « la fiction que nous avons créée au jour le jour est finie. Quand vous aurez franchi ces bambous, aucun de vous n’aura le droit de mentir. Le Théâtre, c’est la Vérité Cachée ».
Quand nous regardons au-delà des apparences, nous voyons des oppresseurs et des opprimés, dans toutes les sociétés, les ethnies, les sexes, les classes et les castes ; nous voyons un monde injuste et cruel. Nous devons inventer un autre monde parce que nous savons qu’un autre monde est possible. Mais il nous appartient de le construire de nos mains en entrant en scène, sur les planches et dans notre vie.
Venez assister au spectacle qui va commencer; de retour chez vous, avec vos amis, jouez vos propres pièces et voyez ce que vous n’avez jamais pu voir : ce qui saute aux yeux. Le théâtre n’est pas seulement un événement, c’est un mode de vie !
Nous sommes tous des acteurs : être citoyen, ce n’est pas vivre en société, c’est la changer. »
Augusto Boal
lunes, 23 de febrero de 2009
¡VILLACANIJA CON LA SEÑORA PAULINA!
Hoy es la Señora Paulina un orgullo nacional. Tras una larga y tensa espera, nuestra compatriota y convecina ha logrado el sueño tanto tiempo acariciado: ¡le ha tocado el cupón de la ONCE! Y si le ha tocado a ella, es que nos ha tocado a todos, porque todos somos, en cierta manera, la Señora Paulina.
Una larga carrera de jugadora al popular sorteo, una paciencia de chino condenado a muerte, una capacidad de competición en pocos casos igualada… Y, por fin, el anhelado premio.
La emoción de la insigne dama era indescriptible. Incluso dicen que hubo de retirarse a sollozar en la cuadra, para no darles una pista a sus sobrinos, que ya andaban rondando por ahí, a ver si pillaban algo. Sin embargo, ya repuesta de su emoción, profirió algunas simpáticas frases, que hemos seleccionado al azar:
- ¡Ya era hora, coñe, ya era hora!
- ¡Más de una se va a jibar, no te amuela!
- ¡Dejadme en paz, soleche! ¿Es que sus habéis acordao de mi en tos estos años?
La Corporación Municipal se halla reunida en estos momentos con el objeto de acordar qué honores tributará Villacanija a su vecina más ilustre. La opinión del señor cura párroco, preceptivamente consultado, es que se proponga a la Santa Sede la beatificación en vida de la Señora Paulina. Por su parte, el concejal de ocio y tiempo perdido insta a denominar el remozado espacio deportivo local: “Polideportivo Señora Paulina”. Pero la apuesta más decidida y audaz proviene del propio alcalde, quien defenderá en el pleno un cambio de nombre de la localidad, que pasaría a llamarse: “Villacanija de la Señora Paulina”.
Muchos son los parabienes que está recibiendo la premiada en estos días de efímera estancia en su pueblo natal, ya que ordinariamente habita en una conocida y prestigiosa residencia de ancianos próxima a la capital.
- ¿Qué si me voy a quedar en Villacanija? ¿Y qué se me ha perdido a mi en el poblacho éste? En el asilo, por lo menos, dan sopa todas las noches, y ahora que tengo pasta para untar a la monja, igual me ponen hasta tortilla. ¿Aquí con la bruja de mi nuera? ¡Ni de coña!
Estas espontáneas manifestaciones han sido muy celebradas por todos. Ya que, como decíamos al principio, si la Señora Paulina ha merecido el premio, el premio es como si fuera de toda España y, en especial, de toda la vecindad villacanijense.
domingo, 22 de febrero de 2009
LOS BUENOS SENTIMIENTOS
Creo que muchos de nosotros, animales aproximadamente racionales, nos hemos espeluznado bastante frente a las imágenes, convenientemente propagadas, del espantoso festival de morbo organizado ante el asesinato de esa pobre chica sevillana, cuyo nombre no recuerdo ahora mismo. La última entrega del esperpento ha sido la manifestación para reclamar nada menos que un referéndum para instituir la cadena perpetua. Aperitivo: las multitudes enardecidas frente a los Juzgados, proclives con toda apariencia al linchamiento de los presuntos asesinos. Postre: el Presidente Rodríguez Zapatero parece que va a recibir a los padres de la desdichada Marta (ya me he acordado).
El disparate en sí no sería tan grave, si no fuera por la penosa actitud de los medios de comunicación frente al terrible hecho. La propia televisión pública ha hecho objeto de cabecera en sus informativos del culebrón. Supongo que una prensa seria sí que se ocuparía del asunto, pero en las crónicas de sucesos o lugar semejante. Desde luego, no se prestaría a hacer rodar la bola de nieve hasta el punto de engorde que ha alcanzado.
Bien es verdad que no se puede esperar mucho más de una televisión estatal dedicada a promocionar delincuentes durante horas de su programación (ver casos Julián Muñoz o Farruquito), o a vender como buque insignia programas cómicos de menos que aceptable calidad.
¿Alguien oyó hablar alguna veces del viejo lema “informar, educar, entretener”?
HUELGA DE COCHES DE PUNTO (O COCHES SIMÓN)
A la oleada de movilizaciones originada por la crisis (o no) se suma ahora un sector en evidente declive: el del coche de punto o coche simón.
La decadencia de este histórico sector de la producción en el área de servicios es evidente y clamorosa. En el año 1809 había en Madrid más de cuatrocientos vehículos en circulación, cifra que se incrementa en 1859 en un 45% (aproximadamente y a ojo de buen cubero). Si comparamos estos guarismos con los correspondientes a 2009, podremos constatar, no ya un retroceso, sino un auténtico desplome. El coche simón se halla necesitado de un apoyo decidido por parte de las Administraciones municipal, autonómica y estatal, que hasta el momento le ha sido sistemáticamente denegado por la vía del silencio administrativo, político y cualquier otro género de silencio.
¿Por qué no se habilita un carril – simón en las principales vías de la Capital?
¿Por qué no se revisan unas tarifas obsoletas, que llevan congeladas en tres pesetas carrera desde hace ya demasiado tiempo?
¿Por qué no se regula el precio de la cebada, impidiendo la especulación con el más valorado combustible para la locomoción de los coches de punto?
Pese a la inexistencia de una normativa específica para el sector, es indiscutible que la Constitución ampara el derecho a la huelga de sus trabajadores (cocheros y caballos).
En consecuencia, las anunciadas movilizaciones pueden y deben efectuarse. Urge llamar la atención de nuestras Autoridades, por el momento aparentemente sordas ante la grave problemática que aquí denunciamos.
domingo, 15 de febrero de 2009
CORTINA DE HUMO SULFÚRICO
Cuentan que el barón visigodo (tardío) Funámbulo Errático, tiempos antes de ser apuñalado por ciert@s cortesan@s ambiciosill@s, supo de muy buena fuente que se estaban propalando rumores sobre la proliferación de chivatos y correveidiles en su propia baronía. Diz que los unos fisgaban en los asuntillos de los otros y que los otros tampoco dejaban de meter las napias hasta bajo el lecho (o lechos) de los unos. Luego los sicofantas no daban abasto propalando rumores de lo más variopinto, que apuntaban en unos papelillos, y que esos papelillos iban a parar no se sabe dónde, pero haberlos, habíalos.
- El Rufilanchas se la casca como un mono en la torre del homenaje.
- La azafata doña Barbiana no es rubia natural, porque se han hallado botellas y botellas de agua oxigenada en su boudoir.
- El edecán Borlones sale de tapadillo los jueves a una partidita que tiene con el sarraceno.
- Los perniles desaparecidos de la despensa obran en poder del condestable Pruritos, tanto hacerse pasar por vegetariano, el hijoputa.
Y, como casi todos los encartados, eran, por añadidura, muy acusicas, no paraban de acudir al Justicia Mayor y a otras instancias competentes con el objeto de meterles el dedo en el ojo a sus espiones y detractores (y viceversa, claro).
Total, que se estaba armando un revuelo por todo el condado, más allá de la baronía incluso, que amenazaba con manchar el buen nombre (es un decir) de la propia baronía y aledaños.
Afligido, como andaba, el barón visigodo (tardío) Funámbulo Errático, acudió al consejo de sus consejeros, elegidos muy meticulosamente todos ellos entre los más sabios y agudos embaidores del Reino de las Batuecas. Ellos, tras rascarse consecutivamente la coronilla y mantener un animado debate, que se saldó con tres hematomas oculares y un desgarramiento de pabellón auditivo, acordaron que lo más sensato sería lanzar una especie, que tapase, por voluminosa y estridente, la muy nociva del chivateo mutuo, o sea, una gran cortina de humo.
- ¿Sulfúrico?
Inquirió el afligido prohombre.
- ¡Más que eso, tóxico y letal!
Arguyeron ellos.
- ¡Hágase!
Replicó. Y encargó a los más embaidores del Consejo que, puestos en comunicación con los sicofantes, echasen a rodar la bola ya mismo.
A ello, pues, se precipitaron con toda diligencia, y a no mucho tardar volvieron a presencia de su señor natural, quien inquirió con gran impaciencia qué bulo o especie habían ideado con el objeto de acabar con el precedente. Y así repuso el más caracterizado y habilidoso de entre ellos:
- Señor: hemos hecho correr como la pólvora que en vuestra corte lo que hay es una panda de cacos y tragaldabas, capaces de venderse a sí mismos y a toda la corte por un buen puñado de reales u otra moneda de curso legal. ¿A que hemos estado finos?
- Ahora lo del espionaje se lo van a comer con patatas, ¿eh, jefe?
Estos verídicos hechos, recogidos muy fielmente en casi todos los cronicones de la época, precedieron al prolongado retiro del barón visigodo (tardío) Funámbulo Errático en cierta abadía trapense con importantes síntomas de desequilibrio emocional.
viernes, 13 de febrero de 2009
Y EL VENADO, ¿QUÉ?
Es un circo mediático el que estamos disfrutando hace semanas, con sus funámbulos, sus trapecistas, sus domador@s, sus payasos (listos y tontos)…
Nunca le agradeceremos suficientemente al PP semejante espectáculo, capaz de disipar la melancolía colectiva en que nos tiene sumidos la célebre crisis. A esto se le llama animar el cotarro, sí señor.
Cuando se desata una verbena de estas dimensiones, siempre acabará surgiendo, por extrapolación al absurdo, algún elemento verdaderamente patafísico. Creo que en el presente caso se trata de la cacería de venados donde se hallaron presentes los señores Bermejo y Garzón. Sabemos que la matanza la organizó un empresario del PP, que a ella asistieron un policía y otras cincuenta personas, más o menos… Incluso podemos conocer la filiación o inclinación política de muchos cazadores. Pero: ¿y el venado?
Porque, si en uno de estos eventos hay algún protagonista, éste es, sin duda alguna, el venado. Pero nadie se ha detenido en averiguar qué ideología concreta y qué relaciones políticas poseía este sujeto. Lo que es más grave: como se lo cargaron, lo escabecharon, nunca conoceremos estos importantes detalles. El animal se llevó consigo el secreto al desolladero.
Yo que el PP no me limitaría a romper el pacto por la justicia y recusar al Juez Garzón: exigiría una exhaustiva investigación sobre los antecedentes del venado, sus circunstancias familiares, sociales y cinegéticas. Aquí hay tomate, eso, seguro.
A mi no me caen nada simpáticos los ganchos de caza mayor, ni los ojeos de perdices, ni ninguna de estas versiones señoritiles de la caza. Eso vaya por delante. Como antiguo cazador de escopeta y perro, nunca aprobaré las escabechinas organizadas. Como tampoco me divierten las fiestas sociales de la “jet”. Supongo que el venado y yo compartiríamos plenamente este punto de vista. Puntualizo.
Sin embargo, abstracción hecha de lo anterior, me parece que alguien está cogiendo el rábano por las hojas hasta el ridículo más estruendoso.
jueves, 12 de febrero de 2009
MAGNICIDIOS DE LA HISTORIA
El barón visigodo (tardío) Funámbulo Errático estaba siempre inquieto por miedo a un magnicidio en su misma persona, lo cual era perfectamente lógico. Siempre mosquea ver corrillos por todos los rincones de palacio, correveidiles trayendo y llevando especies ordinariamente maliciosas y transacciones dinerarias de origen y destino más bien confusos.
Fue Funámbulo Errático hombre dicen que pulcro sobremanera, célebre por sus hábitos de higiene, ya que tenía por norma lavarse las manos no menos de tres, y aún cuatro, veces por semana.
No se entenderá así como así que, pese a esta y otras saludables costumbres, llegara a ser tan malquisto por tanto enemigo encarnizado, dentro incluso de su alborotada corte. Farautes y sicofantes retribuidos por no se sabe cuáles de sus vasallos o feudatarios no paraban de propalar infundios y malévolas coñas contra la afligida persona del magnate, a quien, por así decirlo, ya no le cabía un piñón en el culo, tan alarmado llegó a andar.
Así estando las cosas, acordó adoptar medidas urgentes, encaminadas a manifestar ante la plebe cómo tanta hablilla sólo se hallaba fundada en asechanzas de malignos barones de otras baronías, malotes y embaidores de por sí y de siempre.
Convocó, pues a todos sus cortesanos y dependientes a un magno banquete y a él fue reclamado un habilísimo artista local, quien había de inmortalizar el evento en un cuadro que llevaría el título “Banquete de la armonía”. Y así se hizo, no sin haber rotulado antes en la puerta del simposio un letrero donde se decía bien claro:
“DEJEN SUS PUÑALES EN LA ENTRADA”.
Nunca se entenderá cómo, pese a lo sutil del mensaje y del resto de la estratagema, pereció Funámbulo Errático no mucho tiempo después bajo los afilados estiletes de los sicarios.
domingo, 8 de febrero de 2009
NATURALEZA DE LA ANGUILA
Las anguilas, como las morenas y los congrios, forman parte del orden “actinopterigios”, caracterizado porque sus miembros presentan una evidente semejanza con las serpientes.
Estos animalitos tienen, por lo general, bastante mala leche. Si no, que se lo pregunten a mi amigo Emilio, que casi pierde la nariz cuando intentaba desanzuelar un zafío, que es como se llama en Cádiz a los congrios locales. Son escuálidos, pero de una fiereza increíble.
Otra característica de esta pandilla es que sus individuos se resisten a cascar; incluso una vez atrapados y extraídos de su medio natural. Más duros que el Alcoyano, oiga. Por ejemplo, como una morena te pique en el anzuelo, es capaz de quemarte el sedal a base de revolverse de puro cabreo. Cosa semejante acontece con las anguilas de río.
Pero las anguilas son, sobre todo, paradigmas de lo escurridizo. Echarle el guante a uno de estos animalitos es una operación más que complicada, por no decir, imposible. Claro que si la anguila que pretendemos asir es, encima, de las eléctricas, no sólo será difícil engancharla, sino que te puede soltar una sacudida que te deje tieso y amargado.
Las anguilas de diferentes familias (porque se clasifican en familias no siempre compatibles) se crían estupendamente en el Mar de los Sargazos, porque se ve que les van los medios enmarañados y laberínticos.
Por último, son animalitos omnívoros y enormemente tragones, gozan de un apetito descomunal y no le hacen ascos a nada medianamente sustancioso.
No sé cómo me ha dado hoy la ventolera de escribir sobre estos bichos. Se ve que soy hijo de zoólogo. También se ve que vivo en Madrid y suelo leer el periódico todas las mañanas.
sábado, 7 de febrero de 2009
LA HAN TOMADO CON HAMLET
Y no entiendo por qué. ¿Qué daño le habrá hecho a nadie un príncipe de Dinamarca muerto hace un porrón de años? Y ¿Qué culpa tendrá el bueno de Bill Shakespeare por haber sacado de su fértil caletre una obra tan apetitosa?
No hay quien comprenda tanto ensañamiento con el uno y con el otro. Se ve que, como ninguno de los dos puede defenderse, pues ancha es Castilla, que el rey paga.
Hace ya bastantes años que la Señora Espert (doña Nuria) decidió subirse al pináculo hamletiano, con el brillante resultado que algunos de los más viejos del lugar recordamos. Hace nada, el insigne caballero Boto se pegó el gran porrazo en intento similar…
Ahora es doña Blanca Portillo la que ha decidido hacerse una tournée por Elsinor y sus alrededores. Es que no cejan en su empeño.
En las dos últimas ocasiones ha sido el teatro público quien ha pagado los violines de la fiesta. Primero fue el CDN y ahora el Matadero de doña Alicia Moreno. En buenas manos está el pandero.
Cierto que en 1899 doña Sara Bernhardt coronó su carrera, comenzada en 1862, con un Hamlet, cuyo resultado no conocemos ni conoceremos. Era una especie de autoproclamación de la diva que ella fue. Ni lo aplaudo ni lo repruebo; agua pasada…
No obstante, siempre he sostenido que el actor debe ponerse al servicio del personaje; nunca el personaje al servicio del actor. Por eso no me hacen demasiada gracia estas monerías.
A lo que iba: me parece francamente pretencioso meterse en estos berenjenales. Y tampoco me parece bien que sean los responsables de la pública cultura quienes los patrocinen a lomo de contribuyente.
Anden, dejen al dubitativo y angustiado señor Hamlet en paz. Porque, además, les está varias tallas grande su apolillado jubón.
COMISIONES Y POLISEMIA
La polisemia es una condición del lenguaje en algunas ocasiones ventajosa y, en otras, sumamente falaz y traicionera.
Por ejemplo, si un Gobierno proclama que los bancos tienen que echar un cable para salir de la crisis, los señores Botín y amiguetes pueden llamarse andana con toda tranquilidad. Ellos habían entendido que, por alguna extravagante razón, se apelaba a los cardúmenes o bancos de peces para que ayudasen a tender un grueso cabo de esparto o alambre (cable), con el objeto de paliar el momento álgido de una enfermedad o dolencia (crisis). Cuestión de polisemia.
Los héroes de las finanzas se fueron a repartir dividendos más anchos que largos, murmurando muy apesadumbrados sobre el extremo desvarío económico que aqueja a la Administración.
Así le aconteció al Diputado Sangonera, cuando recibió una llamada en su móvil encriptado y renovable:
- Oye, Sangonera, aquí El Gabinete: que dice la Jefa que quiere hablar contigo de forma urgente y hasta perentoria.
- ¡Cielos, qué circunstancia tan aflictiva! ¡Ella, la implacable! Juro por mis niños y por mi Audi que no mantengo trato o relación alguna con el innombrable municipal…
- Que no es eso capullo, que no es eso…
- ¿Entonces? Decid, a dicha, con qué objeto me reclama. Soy su esclavo, su más abyecto siervo, su…
- Comisiones, so vaina, comisiones.
- ¡Cielos, qué alivio! Veamos: ¿Euros o Dólares? ¿Cuantía…?
- Creo que no lo has pillado, mequetrefe.
- Claro, claro. Discreción obliga, je, je… ¿En Suiza, o en las Caimán?
- Sigues errando, parvulillo. Espeso te vemos a la sazón.
- ¡Ya sé! ¡Comisión de fiestas! La gestión de eventos no deja de procurar, en ocasiones, pingües ganancias. ¿Cuándo, dónde?
- En el Parlamentillo, criatura. Comisiones de indagación. Te cayó la china, pringadete.
- ¡Ínfimo marrón, a fe mía! Al menos, me serán dictadas las pertinentes conclusiones en detalle y sin lugar a error… Infiero.
- Obvio, polluelo, obvio. ¡A la nebulosa, siempre a la nebulosa!
El Diputado Sangonera, hombre reflexivo por demás, anotó en su cuaderno de pensamientos y paradojas: “la semántica… ¡Qué putada, la semántica!” Y mandó llamar al chófer de su coche oficial, porque tenía una comida de trabajo con algunos empresarios amigos.
jueves, 5 de febrero de 2009
… Y ENCIMA, LISTILLOS
Los empresarios madrileños de la CEIM, donde, por cierto, “ni son todos los que están, ni están todos los que son”, han decidido echar una manita para sacarnos de la crisis.
La mejor de las ocurrencias es emprender una nueva galopada hacia el despido libre. El invento, ingeniosamente bautizado como “contrato de crisis”, contiene la brillante idea de reducir los días de indemnización por despido a un máximo de veinte. No, no veinte: un máximo de veinte. ¿Y eso qué quiere decir? ¿Uno, doce…? Por añadidura, el contrato de marras no se limitaría a los tiempos de crisis, ya que, si nos encariñásemos con él, podría durar como figura hasta que nos apeteciera a todos seguir disfrutándolo.
Estos abnegados creadores de riqueza y empleo proponen, además, rebajas en impuestos y en cotizaciones a la Seguridad Social. Buena idea. En momentos de déficit en las cuentas públicas y de acuciante necesidad de recursos para atender al paro, serían capaces de sacrificarse y dejar de aportar su pequeño óbolo; con lo que disfrutaban ellos poniendo su granito de arena.
Vamos, que el que no te conozca, que te compre. ¿O es que alguien se cree que, si abaratamos el despido, ellos se iban a liar a contratar como locos? ¿Es que si se les alivia de cargas van a dejar de pegarles cerrojazos a las empresas, en cuanto dejen de arrojar beneficios a veces escandalosos?
Por fortuna, las propuestas se salen por completo de las competencias de la Comunidad Autónoma de Madrid, que si no, doña Esperanza y su mariachi seguro que aplaudían con las orejas y se lanzaban a aplicar estas “liberales” medidas al instante.
Como si no tuviéramos bastante con los espabilados de los banqueros, ahora estos vienen a poner la guinda en la tarta seudo – liberal. Por cierto: ¿qué hace el PSOE acoplándose con el PP para impedir la comparecencia de los capos bancarios en el Parlamento? Ver para creer.
miércoles, 4 de febrero de 2009
HORCAJO NO ES UN CABALLERO
Todavía siguen los coletazos del asunto Wyoming con Intereconomía.
Por si ustedes no lo sabían, se trata de una cadena de televisión de esas que se le aparecen a uno desde que se apuntó a la TDT. Normalmente saltas inmediatamente con el mando a distancia, para caer en otras encantadoras propuestas como: “El manso rebaño del Señor”, “Saldos de mobiliario para enanos”, o “España Cañí”. Cosas por el estilo, si no ésas mismas, que te impulsan a liquidar pilas del mando a toda velocidad.
Ahora, gracias a la humorada de Wyoming algunos nos hemos enterado de la orientación de ese engendro televisivo, casposo y facha a más no poder. Pero que no se hagan ilusiones, porque personalmente no me detendré un segundo en el canal correspondiente, pese a la benévola publicidad gratuita que les ha regalado “El Intermedio”.
En cambio seguiré abonado al programa de Wyoming, porque me declaro franco partidario de su línea, de su equipo, de su malévolo director... De todo.
No pienso molestarme en romper una lanza a favor de la trastada que les ha gastado este pequeño genio a los cutres intereconómicos, porque ya lo han hecho muchos otros.
Sin embargo me gustaría retar a un duelo a espada al Xavier Horcajo ése, porque en mi rancia educación ibérica eso de llamar “puta” a una señora es una villanía sin nombre. Y, si esa señora es nada menos que Beatriz Montañés, de quien me declaro platónicamente enamorado, triple mosqueo.
Es una lástima que los duelos estén prohibido, porque, si no, ya andaba buscando padrinos para enviárselos a ese innoble sujeto. ¡Carajo con los “caballeros” de la derechona! También podía cruzarle la cara con un guante personalmente, pero nunca sé dónde he echado mis guantes; los pierdo por sistema, y eso que mi suegra se obstina en regalarme un par cada Día de Reyes.
Un último inconveniente: según todas las reglas del honor, un hidalgo (como yo) no puede batirse con un villano (como Xavier Horcajo). De otro modo, le hubiera lanzado inmediatamente acusaciones de “ofensa” y de “mentís”, que ambas corresponden al caso.
Pero, a pesar de todos esos inconvenientes, que conste que me quedan ganas.
lunes, 2 de febrero de 2009
LA DANZA DE LA LLUVIA
Está haciendo un tiempo bastante malo, un tiempo de todos los demonios. Años ha que en Madrid no veíamos nevar de esta manera y eso emociona muchísimo a los más ancianos del lugar, que ya tienen tertulia para rato a cuenta de las nevadas.
Ayer mismo, cuando volvíamos de pasar frío en el pueblo, en lugar de pasarlo en Madrid, que tiene menos encanto porque no es rural, ni hay ovejas, burros y demás, pillamos una nevada acompañada de ventisca de las de no te menees.
Mi señora y yo no caímos entonces en la cuenta de que era preciso echarle la culpa a alguien. La verdad es que no se nos ocurrió. Si acaso a nosotros mismos por no haberle hecho caso a la Agencia Estatal de Meteorología, que ya había avisado de que no iba a lucir un sol radiante en las fechas próximas.
Finalmente llegamos ilesos y sin atascos, lo que celebré con una cervecita, mientras presenciaba un nueva y estúpida derrota del Estudiantes. Por cierto: ya me he hecho accionista del club, mediante el abono de la suculenta cantidad de 60 €. Ahora podré cabrearme más a mi sabor.
Pero, a lo que iba: menos mal que hay gente que sí sabe encontrar culpables de las inclemencias climatológicas. Sin ir más lejos, un taxista que me trajo a casa el otro día. Ese hombre tenía perfectamente claro, gracias a la COPE, que el delincuente causante de esas perturbaciones es el Gobierno. Claro que la prensa autorizada diverge en ese punto, y atribuye el enmierde meteórico, ora al mismo Gobierno, ora al de la Comunidad de Madrid, ora al Ayuntamiento… El caso es que por ahí anda un cabronazo empeñado en que se cierren los puertos de montaña, que se bloqueen rutas de la red principal y de la secundaria y de que las ancianitas patinen y se machaquen el fémur.
Un sujeto malévolo de no se sabe qué Administración se dedica a ejecutar la danza de la lluvia, o a invocar a espíritus hiperbóreos disparando sus runas a mala leche. Y nosotros en babia.
Eso es sólo probable. Lo que sí parece seguro es que hay bastantes políticos y medios de comunicación que carecen por completo de sentido del ridículo. “Piove, porco governo”. La polémica es realmente de chiste, digo yo.
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